martes, 31 de enero de 2012

Kawamata

A menudo encuentro que los edificios son más interesantes con andamios que sin ellos. A mi parecer, esas estructuras "parasitarias" confieren a las fachadas una riqueza estética y formal que desaparece una vez retirada. Fue investigando esta idea para un proyecto de carrera cuando di con la obra del japones Tadashi Kawamata cuyas aparentemente complejas y caóticas intervenciones, semejantes a tsunamis de madera desechada, transformaban dramáticamente el entorno ocupado.








Jugando con la dialéctica de la construcción y destrucción que caracteriza el ciclo vital del espacio público, las construcciones orgánicas e improvisadas de Kawamata logran estar en  extraña sintonía con la historia, el uso y características físicas del lugar en que se encuentran. Kawamata ha desarrollado un tipo de síntesis único entre arte, arquitectura, y experimento sociológico cuyo resultado ha sido de transformación -unas veces sutil y otras salvaje-, no sólo de un gran numero de espacios públicos, sino del propio concepto del arte público contemporáneo.
Las cabañas colgantes en particular, son un tema recurrente en los trabajos de Kawamata, una cristalización de su interés en la arquitectura como refugio y de la inserción de objetos privados en espacios públicos como un método de renegociación del significado de ambos.



Habitaciones Infantiles

"Mi madre era discipula de Theodore Parker. Ella tenia una visión muy adelantada para su tiempo. En casa las cortinas eran visillos que colgaban rectos en los laterales, en lugar de recogerse por la mitad formando arcos. Los suelos eran de arce pulido; y en esos suelos, una amiga suya, Mrs. Davis, le ayudaba a conseguir coloridas alfombras de la India. Los cuadros, en vez de tener los típicos marcos de la época, eran de bandas estrechas de madera de arce pulido.
Y cuando ella quería flores para decorar, las cortaba con los tallos largos, y las ponía siempre en recipientes de vidrio con agua para que se viesen los tallos bien separados entre sí - así es como crecí yo"
 Frank Lloyd Wright


Los tiempos cambian y cada vez se le da más importancia al mundo infantil por eso cada vez con más frecuencia vemos mayor sofistificación en los dormitorios infantiles.
En ellos  encontrarás todo lo necesario para convertir las habitaciones infantiles en auténticos mundos llenos de magia y fantasía para los niños.






















domingo, 29 de enero de 2012

Minimal - Donald Judd I

Aunque desarrollada en los años 60 como corriente artística, el minimalismo no fue implantado como debate arquitectónico hasta poco antes de los 90. La mayoría de los arquitectos de mi generación, por tanto, fuimos interiorizando de una manera u otra, el lenguaje sobrio y directo de los arquitectos y artistas mas representativos del momento que ya habían adoptado como marca propia alguna forma de reduccionismo estético característico del minimal art.
Uno de los pioneros fue el escultor estadounidense Donald Judd (1928-94) que a pesar de no considerarse minimalista como tal, rechazó los ideales del expresionismo abstracto imperante para crear un vocabulario visual riguroso que buscaba objetos claros y definidos como principal modo de articulación.
La calidad directa y sin afectaciones de la obra de Judd demuestra su fuerte interés por el color, la forma, el material y el espacio; pero es quizá este último aspecto el que más me llamó la atención de su obra, la cual parece explorar el espacio y el uso del espacio en que se encuentra de una manera casi obsesiva. 

Estas son imágenes de las 12 cajas de aluminio adonizado que formaron parte de la exhibición de 1989 en Staatliche Kunsthalle, Baden-Baden (Alemania).




sábado, 28 de enero de 2012

La Sagrada Familia

Para los que, como yo, no conozcan todavía el interior de esta magnifica obra del maestro modernista catalán Antoni Gaudí.


viernes, 27 de enero de 2012

Contenedor perfecto

La Congiunta (Giornico, Suiza, 1992) es un contenedor inseparable de su contenido. Creado por el arquitecto suizo Peter Märkli para exponer las obras del escultor Hans Josephsohn, parece querer pasar desapercibido como si de un almacén de grano o maquinaria agrícola se tratase.  Sin embargo un segundo vistazo desvela una estudiada proporción de volúmenes y un conjunto de sencillos pero cuidados detalles que demuestran la singularidad del edificio. Para poder entrar, tienes que pedir la llave en el bar del pueblo. El interior austero y sereno, invita a la meditación, aunque con reservas ya que la sucesión de los diferentes espacios y nichos cuyo transito queda enfatizado por umbrales ligeramente elevados, provoca en el visitante cierto estado de anticipación. Las esculturas cobran protagonismo en su dialogo con una arquitectura sin concesiones pero dotada de una alta carga fenomenológica y sensorial. Es entonces cuando te das cuenta de que no podrían estar en mejor sitio.

He creido que estas imagenes lomograficas reflejarian mejor la crudeza de este insólito proyecto.
Ver mas fotos <<aquí>>




"Algunos edificios son construidos para las personas, éste está construido para las esculturas. Sólo hay hormigón... sin electricidad, sin aislamiento, sólo espacio" P.M.